El blog del Ángel caido

Si, yo también te echo de menos, estos días más que nunca. Sé que no es fácil olvidar, ni seguir adelante, pero sabes que no es imposible. Di más de lo que tenia para dar, espere más de lo que pudo mi paciencia, le robé sueños a la noche y las mañanas me devolvían realidad.

No espero que entiendas las decisiones de esta mente inquieta mía, ni que entiendas a este corazón roto que ha olvidado como es querer. Puede que en otra vida, o quizá en otro tiempo, nuestras almas se vuelvan a encontrar y entonces sean libres para emprender juntas el vuelo, pero ahora tus alas están encadenadas, y yo no puedo ser más esclava de tus cadenas. Soy un espíritu libre que solo sabe querer en libertad, y tú me pediste que te quisiera, y que amara también tus cadenas. Intenté darte fuerzas para romper cada eslabón, cada fragmento que te ata, pero supe entender que jamás romperás tus ataduras porque forman parte de ti, de tu vida.

Intenté más de una vez que nuestras decisiones fueran nuestras, pero nunca lo han sido, siempre estaba presente la sombra que comparte tu vida, y cada vez era más costoso conseguir un pedazo de tu tiempo. No quiero más retales, no quiero más amores prohibidos y no puedo volver a soportar querer solo a medias.

Espero que algún día consigas reunir fuerza y valor y puedas alzar el vuelo, pues solo en libertad se puede amar con el alma. Que la felicidad alcance pronto tu vida, pues te lo mereces.